Quizá cuántas veces lo hemos visto por la televisión, cuando en los momentos decisivos de una competencia uno de los jugadores comete un error a simple vista estúpido, algo que nos llama la atención porque nunca pensamos que alguien de ese nivel pueda tener ese tipo de fallas.     Es ese saque fallido en el tenis, o esa pelota que se escapa de las manos en el rugby e inclusive para qué mencionar el más conocido de todos, ese penal estilo Carlos Humberto Caszely.

No tiene relación con la marca de ropa deportiva (o bueno, casi)

Esto que te mencionamos es usualmente asociado a un fenómeno psicológico llamado «Nikefobia».  Su nombre hace referencia a la diosa griega de la victoria Nike (por la cual le pusieron ese nombre a la marca de ropa deportiva) y tiene añadido el componente –fobia que implica una extrema aversión. En síntesis: Fobia a la victoria.

Pero esto se da también en ambientes donde la competencia tiene un menor grado de presión, puede darse en las escuelas de fútbol donde tal vez los delanteros del equipo de fútbol de tu hijo siempre llegan y anotan en los entrenamientos pero no lo hacen en los partidos oficiales.  Inclusive puede ser tu caso cuando juegas en esa liga amateur de tu empresa o los amigos de barrio.

Su forma más sutil

Una de las formas en las que se da el miedo a la victoria es mucho menos evidente: mediante la falta de disciplina en los entrenamientos o con esa casualidad que siempre nos lleva a hacer la excepción a la regla que nos habíamos propuesto.

Cuando nos mentimos y nos hacemos la idea de estar entrenando al 110% cuando en realidad sabemos  por debajo que es a un 80% estamos sedimentando poco a poco el camino que nos evitará alcanzar la victoria.

En el Gimnasio y el Plan nutricional

Esta forma sutil del miedo a la victoria se consolida a un nivel más cotidiano cuando nos damos ese gusto prohibido, esa licencia que puede ser muchas veces lo que boicotea una semana de preocupación por la nutrición más sana, que nos mantiene permanentemente sin ver grandes logros y terminando poco a poco sintiendo que no obtuvimos resultados.

Ese ejercicio que sabíamos que nos haría daño al ejecutarlo de mala forma y que aun así insistimos hasta ganarnos una lesión que nos dejó sin visitar el gimnasio por algunos meses.

Incluso hasta detalles muy simples como ese par de zapatillas que siempre miras pero nunca te decides a comprar y que son hasta el día de hoy la única barrera que te impide comenzar con una vida de ejercicio físico tal como te propusiste.

La solución

Naturalmente no existe una solución fácil y rápida para sobreponerse a la Nikefobia.     Pero el primer paso es entender que el miedo a la victoria, en definitiva, es el miedo a lo que puede venir acompañándola.  Esta incertidumbre cambia de persona a persona, cada uno tiene sus propias expectativas e ideas respecto a la imagen del triunfo que provocan ansiedad.  Descubrirlas es la tarea fundamental.

Luego existen estrategias diseñadas especialmente para el manejo de esos miedos y su inclusión en aspectos más deportivos: pautas de registro, trabajo de imaginería, relajación progresiva, etcétera.
Todas son tareas de un Coaching Deportivo o Psicólogo del deporte.

¿Has visto en tu vida o en la de otros casos de Nikefobia? Déjanos tus comentarios y consultas en los comentarios de Facebook, y recuerda compartir este artículo en tus redes sociales, a todos nos cae bien un poco de ayuda para alcanzar la victoria.