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Sólo los hombres se masturban. MITO.
Hombres y mujeres se masturban. Las mujeres por décadas lo han mantenido más en la privacidad de sus vidas, muchas por vergüenza y represión, otras por poca costumbre a compartir algo tan natural como lo es el masturbarse. La represión de la mujer es en gran parte porque la sociedad se vio restringida gracias a religiones que impusieron estándares femeninos tales como la castidad hasta el matrimonio, el matrimonio per se y el que sólo su aparato reproductor es un medio para tener hijos y formar una familia, familia por lo demás tradicional de padre, madre y ojalá muchos hijos, en desmedro de la salud de la madre. Así, todas estas imposiciones se transformaron en presiones y quien se desviaba de este camino, se la carcomía la culpa. Ese sentimiento de culpa que se ha traspasado de generación en generación y que hoy todavía toca a algunos. Es nuestra responsabilidad levantar la voz y decir las cosas como son.
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Sentir pena, culpa o vergüenza después de masturbarse es normal. MITO.
Puede ser algo común, debido a creencias instaladas en el cerebro de muchos de nosotros como se menciona en el punto anterior, pero sentir pena, culpa o vergüenza luego del orgasmo no es algo natural en nuestra especie. Como en el mito de arriba, vimos que las religiones han ido tiñendo distintas sociedades con la culpa, el que nos avergoncemos de nuestra naturaleza humana.
Las creencias morales y éticas, tabús familiares en torno a la sexualidad o la falta de información nos transmiten culpa en torno al cuerpo y nuestra relación con él. Debe existir una libertad para explorar y sentirnos familiarizados con nuestros cuerpo, su funcionamiento y lo que nos causa placer.
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Es una buena forma de mitigar la ansiedad. VERDAD.
Muchas veces más que una forma de buscar placer, lo que se busca detrás de la acción masturbatoria es aliviar las tensiones. Si lo hacemos con mucha frecuencia y sin preocuparnos por encontrar otras formas de lidiar con nuestras ansiedades al punto que nos deje prefiriendo pasar el día masturbándonos en lugar de disfrutar otras actividades, estaremos frente a una conducta compulsiva y un mal manejo de los mecanismos para liberar tensiones. La masturbación en este caso, per se, no es mala, pero sí es una mala manera de llevar nuestra ansiedad y debemos buscar ayuda para no convertir el placer en un esclavo de nuestras malas costumbres a la hora de encontrar soluciones.
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La gente que está en pareja no debe masturbarse. MITO.
La masturbación dentro de la vida de pareja no tiene nada que ver con la satisfacción/insatisfacción en las relaciones sexuales. No significa que estemos engañándolo, ni que les faltemos el respeto, ni menos que los estemos dejando de amar.
Según algunos estudios, al contrario de lo que dice este mito tan extendido, el masturbarse estando en pareja, nos ayuda a tener sexo aún más satisfactorio. Los hombres pueden aprender a controlar los orgasmos, mientras que las mujeres pueden aprender a tenerlos más fácilmente. Sirve para conocer las cosas que nos excitan a cada uno y con buena comunicación poder hacer a nuestra pareja partícipe de nuestro mundo erótico interior.
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La masturbación puede ayudarme a tener un orgasmo más fácilmente. VERDAD.
Tal como mencionábamos al final del punto anterior, se alcanzan mejores orgasmos cuando estamos cómodos y familiarizados con nuestro cuerpo, y eso sólo se logra por medio de la masturbación. Si no conocemos lo que nos gusta, difícilmente podremos decirle a otro lo que queremos y estaremos a merced del azar, cosa que puede resultar si tenemos suerte, pero es muy probable que estemos insatisfechos y culpemos a la pareja cuando realmente los culpables somos nosotros, por ignorar nuestras propias necesidades.
La exploración debe ser de manera relajada y no presionarse a llegar al orgasmo, de esta forma podremos extender el aprendizaje y bajo este mismo relajo, se pueden disfrutar todas las diferentes sensaciones que podremos encontrar.
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La masturbación puede afectar mi vida. VERDAD.
Es cierto que la masturbación, llevada de una forma natural sólo nos traerá beneficios, pero en muchos casos el mundo moderno permite que sin darnos cuenta crucemos la línea y entremos en un punto donde la masturbación puede afectar nuestra vida y no de la mejor manera.
En algunos casos la masturbación frenética y con mucho estímulo erótico audiovisual va acostumbrando a nuestro cerebro a la intensidad de los estímulos, al punto que luego de años, muchas personas que vuelven a tener sexo (o es su primera vez) automáticamente buscan la velocidad y la intensidad de los estímulos, llevándolos a problemas como la eyaculación precoz o la disfunción eréctil en caso de que los estímulos no sean suficientes. De la misma manera, cuando está asociado a cierto tipo de pornografía puede llevarnos a una distorsión que sucede poco a poco y que termina con una visión de pareja sexual muy distinta a lo que realmente existe, terminarás buscando cosas que sólo suceden en los guiones de porno o con actitudes que hoy en día, una buena parte de la sociedad repudia.
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Masturbarte te dificultará encontrar pareja. MITO.
Es falso y descabellado, a no ser que estés en una situación donde la masturbación sumada a cierto tipo de pornografía te hayan cambiado el software mental, o que por esas casualidades de la vida, quieras tener una relación con alguna persona religiosa donde esto se vea como pecaminoso, pervertido, etcétera.
Si no buscas a quienes nombramos arriba, la masturbación podría hacerte más fácil encontrar pareja; puesto que estarás más seguro de ti mismo, conociendo tu cuerpo, lo que te gusta y lo que esperas en una relación sexual; una persona segura de sí misma siempre atrae. La gracia eso sí, es que esto lo comuniques y puedas congeniar con tu pareja teniendo una relación sana basada en la comunicación clara y asertiva. Si nada de lo que te gusta es comunicado, es difícil que puedan y puedas satisfacerte a largo plazo.
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La masturbación mermará mi desempeño deportivo. MITO.
Esta ha sido una creencia que se ha mantenido por mucho tiempo en el deporte, especialmente en el fútbol donde por lo general los conocimientos teóricos han ingresado muy poco a poco. Muchos entrenadores se mantienen ignorantes de lo que dice sobre esto la psicología, donde incluso se recomienda la masturbación la noche anterior a partidos o actividades físicas competitivas para mitigar el nerviosismo.
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La masturbación daña los genitales. MITO.
Los genitales han pasado por años de evolución para este fin, junto al de reproducirse y por lo tanto, se han hecho resistentes: frotarlos o usar vibradores difícilmente podrían dañarlos. El mayor riesgo es irritarlos si durante una sesión extendida de masturbación no usas algún tipo de lubricante.
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La masturbación causa problemas mentales. MITO.
Muchos de nosotros crecieron y crecen escuchando que no es natural, que es una perversión o que irás al infierno por hacerlo. Pero todos los expertos coinciden con que es natural, saludable y que no causa problemas mentales ni físicos.
No existe ningún descubrimiento que haya relacionado directamente la masturbación con algún problema mental o físico.
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La masturbación pude gastarnos sexualmente. MITO.
No nacimos con un número determinado de orgasmos. No hay límites para el número de horas durante las cuales podamos estar estimulándonos o parejas con las que podamos tenerlos. Por lo tanto la masturbación no puede ‘gastarlos’. La masturbación tampoco agota el semen en un hombre, ya que los testículos lo producen regularmente y de hecho, la masturbación es la única forma que tiene el cuerpo (junto a la polución nocturna) de liberar los espermatozoides para que no pierdan calidad y al mismo tiempo de limpiar el sistema reproductor. Por lo mismo, piénsalo más que tres veces antes de intentar algo como “No Fap September”.
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La masturbación puede causar ceguera, acné, pelo en manos, fatiga crónica, pérdida de cabello o cáncer. MITO.
No produce ninguno de esos problemas físicos, de hecho, expertos dicen que puede aliviar problemas físicos:
Mejora el estado anímico; puesto que liberamos dopamina, oxitocina y endorfinas que pueden mejorar considerablemente tu estado anímico y crear un “hype” natural.
A causa de lo anterior, mejora el sistema inmunológico, previniendo las enfermedades.
Puede aliviar los dolores menstruales, ayudando a generar flujo sin dolor.
Es útil en el tratamiento de la eyaculación precoz, ya que con la práctica frecuente de la masturbación se puede aprender a controlar el reflejo eyaculatorio.
Alivia cefaleas, ya que aumenta el flujo sanguíneo del cuerpo
Ayuda a conciliar el sueño. Luego del orgasmo, el cuerpo se relaja y el sistema nervioso tiende al descanso.
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Usar vibradores en mujeres, arruina la experiencia sexual con parejas. MITO.
Los genitales y otras partes corporales, responderán a la estimulación erótica de igual forma con vibradores o humanos. Si bien, los vibradores pueden generar respuestas más intensas y para algunas mujeres significa llegar antes al orgasmo, no significa que su uso o frecuencia arruine su respuesta a una experiencia sexual de pareja. De hecho pueden ayudar a dichas experiencias y enriquecerlas si en la pareja se permiten utilizarlos a su favor.
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La masturbación no es un acto sexual. MITO.
¿Tienes orgasmos? si tu respuesta fue sí, pues fue técnicamente un acto sexual.
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Los hombres TIENEN que masturbarse, las mujeres no. MITO.
No existe evidencia que la masturbación sea un necesidad biológica per se, por lo tanto ni en hombres ni en mujeres es una necesidad; es un beneficio.
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Sólo cierto tipo de gente se masturba. MITO.
La masturbación no discrimina, incluye a todas las personas de casi todo el espectro etareo exceptuando una pequeñísima porción de la población que no tiene el deseo o se restringe.
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La masturbación puede transmitirnos enfermedades sexuales. VERDAD.
Sólo si hay contacto con los fluidos de una pareja en un acto masturbatorio conjunto. De otra forma, no.