Como psicólogos hemos podido constatar la cantidad de jóvenes y adultos que ven como imposible cualquier tipo de interacción social con personas nuevas, y por ello, ven inalcanzable formar vínculos de amistad. Con estos problemas, la posibilidad de disfrutar la vida en su plenitud se ve seriamente afectada. Es por esto que escribimos este artículo, con el fin de orientar más sobre este tema.
En un comienzo, pensamos llamar este artículo algo como “3 tips sociales para introvertidos”. Pero lo cierto es que vivimos en una sociedad que poco se preocupa por mejorar sus habilidades sociales, y cuyos modelos de comportamiento son las celebridades que aparecen en televisión. Así que independiente de tu contexto, de tu educación, círculo socioeconómico o si te alineas con los Sith o los Jedi, lo más probable es que a tus habilidades sociales les caería bien algo de ayuda. Así que, si bien este artículo está orientado para quienes les cuesta un poco más establecer conversaciones y conocer personas nuevas, incluso si eres el Yoda de las habilidades sociales encontrarás aquí ideas que pueden ayudarte.
¿Las habilidades sociales se pueden mejorar?
Pareciera que algunas personas simplemente tienen un don para hablar con extraños y comportarse de manera relajada en contextos sociales. Vemos en ellas una tendencia y una facilidad natural que parecieran venir de fábrica. Y si bien es probable que haya alguna influencia genética, las buenas habilidades sociales se construyen principalmente con tiempo, algo de corrección y repetición. Como cualquier otra habilidad (por ejemplo aprender a tocar guitarra) basta con entrenarla de manera correcta para verla florecer.
Incluso para introvertidos
Los introvertidos son personas con una tendencia a ser más solitarias, de menos amigos y algo más callados. Esto no quita que busquen conocer personas nuevas para generar lazos significativos; de hecho, por su tendencia a tener menos amistades, las personas introvertidas tienden a generar lazos más profundos y duraderos. Pero muchas veces se topan con dificultades para iniciar una conversación, mantenerla y, si la disfrutan, asegurarse de que se repita (pasos clave para ir generando vínculos con otra persona)
Si no te has encargado de desarrollar tus habilidades sociales, lo más probable es que perderás la oportunidad de acercarte a personas interesantes y de generar cualquier vínculo con ellas.
Si te consideras introvertido/a puedes encontrarte pensando “pero no estoy ni ahí con conocer ni menos hablarle a personas nuevas”. Eso es válido, y una elección personal. Pero, ¿qué pasará cuando veas a alguien que te resulta interesante o atractiv@? Si no te has encargado de desarrollar tus habilidades sociales, lo más probable es que perderás tu oportunidad de acercarte a esa persona y de generar cualquier vínculo con ella. Incluso, estudios recientes han revelado que cultivar relaciones sanas es más importante para la longevidad que el ejercicio.
Así que por muy poco contacto social que tengas, las habilidades sociales bien desarrolladas son una herramienta increíblemente útil, y que vale la pena tener.
Como para este artículo buscamos generar soluciones prácticas para iniciar y enfrentar las interacciones sociales, lo dividiremos en las 3 partes que ya mencionamos en el párrafo anterior (inicio, mantención y cierre)
Iniciando una conversación: Atreverse y mantenerlo simple
Encontrar un lugar donde haya gente no es muy difícil. Y eso es todo lo que necesitas: gente. Idealmente puedes empezar a practicar tus habilidades sociales en situaciones donde puedas encontrar personas con gustos e intereses similares a los tuyos (como conciertos, exposiciones, eventos deportivos, charlas, sacrificios rituales, etcétera) pero no es obligatorio. Lo que sí debes tener presente es que tomará algo de esfuerzo y sin ese esfuerzo es difícil conseguir progresar. Será difícil, sobre todo la primera vez que intentes hablar con un desconocid@, pero con el tiempo se irá sintiendo cada vez más fácil y natural. El primer paso es el más complicado, pero cuando te atreves a darlo, es el más liberador.
Much@s se pueden encontrar pensando “ya sé que me atrevo, que puedo hacerlo, pero… ¿y qué digo?”. Mantenlo simple. Habla del clima, de que se demora la micro, de que pediste el agua mineral con gas y te dieron la sin gas; en vez de mirar una dirección en el celular, pregúntale a alguien. No es necesario hablar de física cuántica o existencialismo. Lo que queremos es hacer un primer contacto, algo que abra la conversación. Discutir temas más complejos y profundos es ultra productivo e interesante, pero no siempre es una buena apertura.
Este simple paso de iniciación puede ser suficiente para empezar a practicar. Lo positivo de los temas simples es que pueden expandirse en una conversación más larga, o simplemente dejarse hasta ahí. Incluso si esa conversación no te lleva a formar una amistad, estarás ejercitando tus habilidades sociales.
Manteniendo
Una vez dado el primer paso (y luego de haberlo practicado un poco) lo más probable es que ya te sentirás algo más cómod@ hablando con personas nuevas. Ahora que ya abriste la conversación y que intercambiaste con la otra persona un par de preguntas simples, puedes empezar a hacer preguntas un poco más personales. Preguntar el nombre y por los intereses o hobbies es un buen paso, y lo segundo da pie para continuar conversando.
Algo que muchas personas pasan por alto es comentar cosas de sí mismas de manera espontánea (intereses, ideas, opiniones, etcétera). Claro que si solo hablas de ti durante una conversación terminarás aburriendo a la otra persona, pero si lo haces ocasionalmente transmitirás una sensación de apertura y confianza.
El mostrarte interesad@ en cómo una persona se siente o su opinión respecto algo es una tremenda herramienta para mantener las conversaciones puesto que los humanos tenemos una tendencia natural a hablar sobre nosotros mismos cuando notamos algo de interés por parte de un otro. Además permitirá conocer qué otros temas son interesantes para la persona y de ahí podrás seleccionar aquellos que sean complementarios entre ambos.
Cerrando una conversación
La pregunta que debes hacerte en este punto es: “¿Disfruté conversar con esta persona y me gustaría hacerlo de nuevo?”. Si la respuesta es sí, ahora sigue un paso clave: comunicarlo.
Una clave para generar buenas relaciones es comunicar claramente tus sentimientos y deseos. Si disfrutaste conversar con alguien, hazlo saber.
Una clave para generar buenas relaciones es comunicar claramente tus sentimientos y deseos. Si disfrutaste conversar con alguien, hazlo saber. “Me tengo que ir ahora, pero me gustaría que conversáramos de nuevo otro día” o simplemente “la pasé bien conversando contigo” son suficientes.
Evita el debate y dale paso al diálogo.
Una tendencia muy grande entre los introvertidos es considerar que las conversaciones son un permanente debate, donde entre dos opiniones una debe ser la correcta y esa ‘gana’ sobre la otra. Es un serio error, primero porque en la mayoría de las opiniones no existe una mejor que otra, son simplemente visiones personales que sirven para conocernos entre todos; por otro lado, lo que realmente une a las personas es la capacidad de sacar algo nuevo en claro de una conversación, lo que llamamos diálogo. Incluso entender que dos personas tenemos una opinión muy distinta porque nuestras vidas nos llevaron a eso, es un avance producto del diálogo, mucho mejor si cada uno puede complementar su visión de cada tema gracias a la información nueva que aprende del otro. El debate separa mientras que el diálogo une.
Lidiando con la frustración
Si vas a empezar a pulir tus habilidades sociales con los pasos que te presentamos, es importante que sepas dos cosas más: algunas veces resultará, otras no. A algunas personas les caerás bien, a otras mal. Algunas se interesarán en conversar contigo, y otras no. Es importante tener en cuenta esto principalmente para no hacernos la idea de que “somos fomes” o “poco interesantes” solo porque un par de personas no nos contestaron o se alejaron cuando les hablamos.
Lo segundo es que tengas presente que en un principio no lo harás muy bien, sobre todo si tienes poca experiencia en contextos sociales. No hay nada de malo con ello. Tómalo como parte de tu camino, y siempre ten presente que entre más practiques, más mejorarás.
Esperamos que en las líneas anteriores hayas encontrado una (¡o más!) ideas que te resulten interesantes. Ahora solo basta que las pongas en práctica.
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