¿Alguna vez no te han aceptado las disculpas que has dado? Quizá sentiste que habían sido injustos contigo, cuando tú demostraste arrepentimiento sincero.
Lo cierto es que puede que esas disculpas no hayan sido suficientes.
Según un estudio titulado “Una explicación de la estructura de las disculpas efectivas”, una disculpa efectiva parte por reconocer tu responsabilidad sobre el error que hayas cometido.
En dos experimentos separados conducidos por Roy Lewicki, uno de los autores del estudio, se observó como 755 personas reaccionaron a las disculpas. Los investigadores concluyeron que existen 6 factores importantes para generar una disculpa efectiva:
1. Reconocer tu responsabilidad.
2. Ofrecer una forma de reparar el daño hecho.
3. Expresar arrepentimiento.
4. Explicar cuál fue el error.
5. Declarar arrepentimiento.
6. Requerir perdón.
Como anteriormente mencionamos, todo comienza por reconocer tu responsabilidad en el error, más allá de excusarte. Significa dejar de mirar el exterior, dejar de culpar a quienes están afuera y responsabilizarse, reflexionando tu parte en ello y reconociéndolo con quien hayas agraviado.
Luego, los investigadores explican que se necesita ofrecer una forma de reparar el daño, ya que con esto, te estás comprometiendo a tomar acciones para revertir el daño.
Expresar arrepentimiento muestra que empatizas con la situación, emoción clave para mostrar que la situación no te fue indiferente.
Explicar cuál fue el error da cuenta que conoces perfectamente la situación y que por lo tanto es probable que no vuelvas a cometerlo.
El elemento menos efectivo, según los investigadores, es pedir que te perdonen.
En el estudio, Lewiki notó que los individuos simplemente leyeron declaraciones de disculpas, que, a diferencia de la vida real, carece de emociones e inflexiones; herramientas poderosas a la hora de disculparte en la realidad.
“Claramente, cuestiones como el contacto visual y la expresión apropiada de sinceridad son importantes cuando das una disculpa cara a cara”, dice él.
Así que en tus disculpas, discúlpate poniendo atención en tu voz y lenguaje corporal para que concuerden con la sinceridad de tus palabras.
Dentro del lenguaje corporal, te recomendamos, nunca cruzar brazos o piernas, no fruncir el ceño y mantener el contacto físico. Todas señales de cercanía y apertura.