Recuperarse de la catástrofe: qué dice la psicología

En pleno verano y teniendo las temperaturas más altas en décadas, sostenidas por semanas en el tiempo, en Chile estamos sufriendo de una catástrofe a la cual conocíamos en un grado menor y a la cual no estábamos ni acostumbrados ni tampoco preparados: Los incendios forestales descontrolados con múltiples focos a lo largo del sur del país.

Acostumbrados a los terremotos y a los tsunami ahora agregamos un nuevo tipo de horror a nuestro repertorio nacional de posibilidades y rápidamente aparece la necesidad de ayudar y la empatía que caracteriza a la mayoría de nosotros.    El primer resguardo siempre será el físico, la ayuda que pueden dar bomberos, paramédicos y médicos.   Pero ya estando a salvo la preocupación que nos ataca es la emocional y la de poder sobrellevar la situación de la mejor manera posible. Es precisamente ahí donde la labor de los psicólogos en el tratamiento es crucial, así como también se hace muy importante contar con personas informadas que puedan apoyar y guiar en momentos tan difíciles.  Este artículo precisa justamente eso.

Las reacciones naturales

Luego del desastre, las personas afectadas pueden presentar una serie de reacciones naturales frente al evento.  Tal como pasa con las pérdidas de los seres queridos, debemos considerar que no todos reaccionarán de la misma forma; como individuos únicos cada persona tiene una manera natural de comportarse y sobrellevar la tragedia, por lo tanto, lo mejor en el momento es entender su conducta y no tratar de imponerle otra manera de reacción que nosotros creamos mejor.

Entre las distintas reacciones, las más comunes son:

Dificultad para razonar y conductas erráticas:

La aparición de imágenes vívidas de la catástrofe pueden darse muy rápidamente, de manera aleatoria y repetida en las personas. Esto puede llegar a tal punto que interrumpe totalmente el flujo de pensamientos.  De la misma manera, pueden verse afectados los ciclos naturales de sueño y de alimentación.   Es importante tener paciencia con esto, y estar dispuestos a ayudar en tareas que podemos considerar muy básicas y proporcionar los espacios para el descanso, como por ejemplo, de una siesta.

Ultra sensibilidad a eventos del ambiente:

El sonido de las sirenas, el olor a humo, el sonido del mar, las réplicas, incluso el llanto de un niño o una persona gritando pueden  desencadenar en la persona una respuesta de estrés tan importante que interrumpe cualquier progreso al intentar mantener la calma.   En la medida de lo posible, el apoyo frente a estos elementos es indispensable: el uso de tapones para dormir, audífonos con música para omitir ciertos sonidos y, primordialmente, un abrazo que dé confort y seguridad puede hacer mucho más soportable la angustia que producen estos elementos.

Emociones intensas y/o impredecibles:

Es muy esperable que la persona pueda recorrer un sinnúmero de emociones a lo largo del proceso. A veces los cambios pueden ser muy rápidos, como de la tristeza a la rabia o indignación, o de la desesperanza a la esperanza. Frente a esto no hay mucho que podamos hacer más que dar un apoyo incondicional y entender que estamos en un momento de crisis, donde lo esperable es que las personas no reaccionen como lo hacen normalmente.

Dificultad en las relaciones interpersonales:

Cuando la persona lidia con una catástrofe, su cerebro está preocupado de las cosas más importantes para la sobrevivencia y, por lo tanto, no gastará energía en preocuparse de etiquetas, de embellecer palabras y mucho menos de intentar tener una posición de razonamiento frente a los demás.  Eso puede traer como consecuencia una serie de roces y conflictos a nivel social, por lo que recomendamos tener el cuidado de NO interpretar estas acciones como ofensas personales y sacar lo mejor de nuestra empatía para poder lidiar de la mejor manera con cualquier conflicto que pueda aparecer acá.

Reacciones físicas relacionadas al estrés:

Pueden ser vómitos, nauseas, jaqueca, dolor en el pecho, sudoración constante, etcétera.  Idealmente se recomienda que todas sean revisadas por el personal especializado.   También hay que tener en cuenta que varias enfermedades o condiciones médicas pueden agravarse durante este período de crisis.

La Esperanza

Por suerte para todos nosotros, toda la investigación hecha hasta ahora demuestra que la mayoría de las personas tenemos la resiliencia necesaria para salir a flote progresivamente con el paso del tiempo, y de poder dejar atrás el horror que implica toda catástrofe.   Ejemplos tenemos cientos a lo largo de nuestra historia, en nuestro país además, lo vemos año tras año.   De todas formas, hay algunas cosas que podemos hacer y que pueden ayudar mucho en el proceso de sanar, como puede ser el hablar de las experiencias, ojalá con personas con quien nos sintamos cómodas mostrando nuestras emociones. Si nos cuesta comunicar lo que sentimos, expresiones como la pintura y el dibujo pueden ser una buena manera de ir exteriorizando nuestro dolor.    Conversar con personas que han pasado por la misma situación (o similares) también tiene muchos beneficios y por ello las conversaciones grupales entre personas que han sobrevivido a la catástrofe son realmente efectivas.    Siempre es importante no ponernos una presión demasiado grande por superar el dolor, ya que esto se dará naturalmente y por lo tanto es necesario entender que es un proceso lento y que todos somos distintos.

Cuándo consultar con el psicólogo

El apoyo psicológico siempre ha tenido un área de acción tanto preventivo como curativo, por lo que si tenemos la posibilidad de contar con él en cualquier momento de nuestra vida, siempre será beneficioso.   Pero si ya pasado el tiempo, habiendo recuperado las actividades que hacen nuestra vida cotidiana (tener un ritmo saludable de comidas y sueño, trabajar o estudiar productivamente, mantener relaciones sociales y amorosas) y sentimos que las emociones todavía nos dificultan volver a estas tareas habituales, la visita al psicólogo ya más que recomendable es totalmente necesaria.
Nosotros en Interludio aparte tenemos el proyecto gratuito Pregúntale al Psicólogo donde puedes plantear tus dudas y obtener una orientación en caso de no saber qué hacer o cómo orientarte respecto a una dificultad en especial.   Considerando las circunstancias, a partir de hoy daremos una especial prioridad a las consultas relacionadas con la catástrofe que estamos viviendo.    Puedes hacer tus consultas Aquí.

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