¿Has tenido un dolor que prefieres ignorar por miedo a lo que dirá el médico?  A veces sentimos mejor el no saber e ignorar aquello que tememos enfrentar, ya sean problemas de salud, familiares o personales. Es el común, pero destructivo impulso a huir frente a cosas que tememos; se conoce por «ignorancia estratégica» o «evasión de la información».

Ignorar un problema no lo hará desaparecer.

Si estás frente a una situación que no quieres enfrentar hazte estas tres preguntas:

La primera apela a tu racionalidad: ¿Porqué es útil saber lo que estoy evitando saber?.

La segunda a tu sentido de autonomía: ¿El problema o partes del problema están realmente bajo mi control?. 

Y finalmente la tercera y más importante: ¿Qué es importante para mi?. 

Estudios demuestran que cuando nos tomamos el tiempo para reflexionar sobre nuestros valores centrales y prioridades, nos abrimos a la posibilidad de oír información importante aunque amenazadora. “Esto hace que cualquier amenaza parezca insignificante y que tus recursos para afrontarla parezcan mayores” menciona James Shepperd, psicólogo de la Universidad de Florida, quien estudia la evasión de la información.

Debemos comprender que estas tres simples preguntas pueden ser la clave para resolver el dilema por ti mismo  o bien puede ayudarte a identificar los aspectos que no están bajo tu control, lo que ayuda un montón a bajar la angustia.
Pero puede ser que notes que está todo en tus manos y que aunque lo desees realmente, simplemente no puedes evitar huir del problema, es ahí cuando nuestra ayuda como psicólogos pasa a ser vital.  En psicoterapia te ayudamos a descubrir y solucionar las barreras que te estás poniendo a ti mismo y que te impiden tener la vida que estás deseando vivir.