Algunos ya se aventuran en proponer que esta será la dinámica amorosa del futuro y que su llegada sienta un precedente.  De un corte familiar al humanismo y concorde a una generación que está destacándose por su capacidad para luchar contra el prejuicio, el racismo y en general contra las convenciones sociales que no tienen una base racional, el anarquismo relacional aparece como una opción a seguir por todos aquellos que buscan depositar la energía de sus relaciones en la calidad más que en el convencionalismo.

No hay amor de primera o segunda categoría, hay siempre amor puro, entre personas independientes y autónomas.

Este manifiesto, hecho por Andie Nordgren, originalmente escrito en sueco y dividido en nueve partes, pretende integrar en nosotros una perspectiva del amor y deseo que esté libre de las reglas convencionales y etiquetas que ponen límites a nuestra afectividad en nuestras relaciones y se centra en la idea de que un amor libre no sólo implica menos sufrimiento, sino también que amar libremente es la única y verdadera forma de amar.
Te dejamos a continuación las nueve partes que componen la síntesis de su planteamiento:

1.- El Amor es abundante y cada relación es única.

La Anarquía Relacional cuestiona la idea de que el amor es un recurso limitado y que sólo existe de una manera restringida exclusivamente a una pareja.  Tú tienes la capacidad de amar a más de una persona y a más de una pareja; el amor sentido por una persona no disminuye el amor que podamos sentir por otra.    No compitas, no hagas rankings ni compares una relación con otras, en su lugar, aprecia y vive profundamente tu relación y el tipo de conexión que tiene cada una.    No necesitamos jerarquizar nuestro amor para que sea real, no hay amor de primera o segunda categoría, hay siempre amor puro, entre personas independientes y autónomas.

2.- Amor y Respeto, en lugar de derecho, propiedad y exclusividad.

Cuando decidimos no basar nuestras relaciones en el derecho, la propiedad y la exclusividad, estamos respetando la independencia y la auto-determinación de los demás.   Tus sentimientos por una persona o la historia que han vivido juntos no te hace dueño de mandarla o controlarla para que haga y acepte lo que es considerado «normal» en una relación.   Explora cómo puedes relacionarte afectivamente sin sobrepasar los límites ni romper la voluntad de los demás.   En lugar de buscar obsesivamente el compromiso y los contratos en cada situación, deja que tus amados y/o amadas decidan el camino que más se acerque a su integridad, esto no debería ser una crisis para la relación.   Mantenerse lejos de los derechos y las demandas es la única manera de asegurar que estamos en una relación verdaderamente mutua y verdadera.

3.- Encuentra la esencia del valor de tus relaciones.

¿Cómo deseas ser tratado por otros? ¿Cuáles son tus límites básicos y expectativas en las relaciones? ¿Cuál es el tipo de persona con quien te gustaría pasar tu vida y cómo te gustaría que funcionasen esas relaciones?  Encuentra el valor más esencial que le das a las relaciones y tenlo presente en cada una de ellas, no hagas reglas especiales ni excepciones simplemente para mostrarle a las demás personas que tu amor por alguien es “verdadero”.

4.- El heterosexismo pega fuerte pero no te dejes guiar por el miedo.

Nunca olvides que ahí afuera hay un sistema normativo muy poderoso que mediante distintos juegos termina dictaminando lo que el amor es, como suena y como se ve.  Muchas personas cuestionarán o harán juicios sobre la validez de tus relaciones cada vez que te salgas de las normas preestablecidas en la sociedad.   Trabaja en conjunto con la gente que quieres para encontrar maneras de escapar, esquivar o contraatacar esa tormenta de normalidad tan problemática.   Encuentra maneras positivas de contrarrestar esta presión y nunca dejes que sea el miedo quien define cómo vivirás tus relaciones.

5.- Crece hacia lo amorosamente inesperado.

Ser libre para actuar con espontaneidad, para expresarse sin el miedo a los castigos o al fatal y pesado sentido de los “debería” es lo da vida a las relaciones basadas en la Anarquía Relacional.   Organizarse en base en base al deseo de explorar y conocerse entre los amados; no en base al ‘deber’ de conocer sólo ciertos aspectos, teniendo expectativas que luego se convertirán en desacuerdos.

6.- Al principio, disciplina.

A veces puede ser realmente difícil controlar nuestros sentimientos y emociones para llegar a ser el humano súper maduro que queremos ser.  Quizá en algunos casos será necesario hacer otros arreglos antes, pero por lo general en muchos puede servir la regla del “Fake it til’ you make it”  que se traduce en obligarte a actuar de esta manera hasta que en un punto se vuelve parte de ti.    Cuando estés en momentos que te sientas fuerte o con inspiración, aprovecha para imaginarte siendo la persona que quieres ser, define las líneas más esenciales y luego síguelas sin importar la presión social por las normas preestablecidas.

7.- Confiar es lo mejor.

Elegir confiar en que tu pareja no tiene planeado hacerte daño te lleva a un camino mucho más positivo que aquel donde debes estar permanentemente siendo validado por las otras personas en las relaciones de pareja.  Esta última manera de relacionarse puede ser realmente desgastante para las parejas, en su lugar crea dinámicas relacionales donde hayan muchas opciones para hablar sinceramente.

8.- Cambios a través de la comunicación.

En el caso de la mayoría de nuestras actividades, existen maneras “apropiadas” en las que cada cosa debería funcionar, por lo tanto, si planeas desviarte de esa conducta tradicional necesitarás comunicarte.   La comunicación y el pasar a la acción para cambiar son la única manera de llevarlo.   Las parejas con anarquía relacional deben comunicarse siempre y honestamente, no deben caer en la dinámica de esperar hasta el último y tener una agenda de comunicarse simplemente para solucionar problemas.    Para no caer en asumir cosas de los demás, para no caer en basarnos en experiencias previas, es necesario comunicarnos de manera clara y ser explícitos.

9.- Configura bien tus compromisos.

Cuando sientes que la vida cobra sentido y se estructura al lograr cosas con otra u otras personas, todas las acciones que implica una relación exigen cierto grado de compromiso.  La anarquía relacional no se trata de evitar los compromisos, se trata de configurar muy bien los compromisos que creas con los demás y liberarse de las normas que nos ponen requisitos para considerar que una relación amorosa es verdadera.   Para eso tendrás que tener definido qué cosas te gustan y qué no, qué estás dispuesto a hacer y qué no, qué tipo de relación quieres y ajustar tus compromisos desde esa línea base.