A pesar de que tendemos a creer que sabemos perfectamente cómo es un ataque de pánico, crisis de ansiedad o crisis de pánico, la verdad es que muchos ataques de pánico no “se ven” como uno piensa. Los ataques de pánico se producen rápido y parecen no tener sentido. Los síntomas de los ataques varían de persona a persona e, incluso, de ataque a ataque en una misma persona que los vive en diferentes circunstancias. Es importante que consideres que las señales de las que te contaremos a continuación no son sólo síntomas de los ataques de pánico, pero sí se consideran dentro de los más comunes en este tipo de crisis. Si has experimentado más de uno de ellos, es una buena idea consultar y pedir ayuda.
1. Estás mareado
Mucho ataques de pánico se manifiestan a través del sistema nervioso autónomo, aquel que regula las funciones automáticas del cuerpo de las que no nos tenemos que preocupar normalmente, como por ejemplo el respirar. Algunas manifestaciones de la alteración del SNA son los cambios de presión arterial, que puede llevarnos a sentirnos mareados o a desmayarnos.
2. Sientes que no eres tú mismo
Sentirse extraño al cuerpo o a uno mismo, se llama despersonalización. Sentirse extraño al mundo o como en una realidad distinta se llama desrealización. Ambos estados son una forma de disociación, fenómeno donde nos sentimos desconectados a pensamientos, emociones o nuestra propia identidad.
3. Tienes náuseas
Nuestro sistema digestivo es a menudo la primera parte del cuerpo en notar que algo no está bien con nosotros. La ansiedad envía hormonas de estrés y tensión al estómago que irrumpen en nuestra digestión, causando náuseas, dolor de estómago o acidez.
4. Te sientes adormecido
Muchas veces la ansiedad puede manifestarse sintiendo nuestra cara o manos como si estuviesen dormidas, incluyendo la sensación de hormigueo y fatiga.
5. Estás sudoroso o tembloroso
Estos síntomas de un ataque de pánico pueden verse muy parecidos a los de una gripe, pero si no tienes fiebre como para estar sudando o no hace suficiente frío como para que estés temblando, puede ser una alerta del sistema nervioso autónomo.
6. Sientes que lo peor está por venir
Aunque suene extraño, al sentir un ataque de pánico, sensaciones de que algo muy malo te pasará inminentemente, incluso la muerte, son muy comunes. Este síntoma a menudo nos aparece como un miedo a ir perdiendo el control, a vernos vulnerables a cualquier cosa que pueda venir, siempre desconocida.
7. Sientes dificultad para respirar
Nuevamente, una respuesta del SNA es la hiperventilación o falta de aliento, e incluso la disnea: la sensación de que no puedes llenar de aire los pulmones y luego sentir ahogo o sofocamiento. En la medida que no somos conscientes de aquello que nos gatilla la ansiedad, sin quererlo, podemos comenzar a seguir patrón disfuncional de respiración, hiperventilándonos y dando paso a gran parte de los síntomas asociados a los ataques de pánico.
8. Tienes miedo de sufrir un ataque de pánico
Una vez que hemos vivido una crisis de este tipo es muy frecuente que quedemos con un miedo realmente grande a volver a tenerla. Si llega a pasar nuevamente, podemos quedar con la plena certeza y pánico de que nos volverá a pasar otra vez, sin saber cuándo ni cómo. El miedo a perder el control puede conducir a una persona a limitar su vida para evitar aquello que les causa ansiedad.
Una técnica que te puede ayudar a superar algunos de estos síntomas antes de que empeoren es la respiración táctica, puesto que los últimos estudios revelan que los ataques de pánico son generalmente causados por la hiperventilación o falta de aire, causando que no llegue suficiente oxígeno al cerebro. Ahora, si bien podemos controlar los ataques de pánico utilizando esta herramienta, aún así es fundamental abordar lo que está causando inicialmente toda esa ansiedad a través de un buen proceso psicoterapéutico.
Tony Stark sufriendo una crisis en Iron Man 3.