No existe un diagnóstico oficial de Autismo altamente funcional o Autismo leve, pero a mucha gente se lo han diagnosticado o mencionado alguna vez luego de decirles que están dentro del espectro autista. Pero, ¿sabemos realmente a qué se refieren con Autismo leve o altamente funcional?.
En 1980 el “autismo infantil” era definido en todos los casos, como un desorden severo e incapacitante. No se esperaba que alguien que tuviese autismo, pudiese asistir al colegio, hacer amigos o tener un trabajo.
En 1994 se agregó un nuevo diagnóstico al espectro, el ‘Síndrome de Asperger’ que consideraba a los que lo tuviesen, individuos capaces y funcionales, incluso brillantes.
En 2013 nuevamente se cambió el criterio de diagnóstico y el síndrome de Asperger desapareció y en su lugar ahora sólo existe ‘Trastorno del Espectro Autista’. En este nuevo diagnóstico se consideran “niveles de ayuda” con respecto al nivel de severidad:
Nivel 1: necesita ayuda.
Nivel 2: necesita ayuda notable.
Nivel 3: necesita ayuda muy notable.
Estos últimos niveles de ayuda del nuevo criterio de diagnóstico del DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) nos da cierta idea de que el autismo leve sería considerado dentro del nivel 1, pero, en ninguna parte se define qué se entiende por ayuda, quedando al criterio de cada quien el definirlo. Por esto, muchos han seguido utilizando el término Asperger, pero incluso este término no significa exactamente lo mismo que altamente funcional o autismo leve.
¿Entonces, cómo definimos el autismo leve?: definiendo síntomas.
Las personas con trastorno del espectro autista deben tener ciertos síntomas para calificar para el diagnóstico. Por lo tanto, incluso las personas con autismo leve o autismo altamente funcional (AAF) tienen importantes desafíos sensoriales y de desarrollo que son lo suficientemente graves como para impedir ciertas actividades y relaciones normales.
Las señales esenciales a considerar para saber si un niño puede ser autista:
1. Problemas con la comunicación que pueden incluir dificultades con la conversación, el lenguaje corporal, el contacto visual y / o las expresiones faciales.
2. Dificultad para desarrollar y mantener relaciones, a menudo debido a la dificultad en el juego imaginativo, hacer amigos o compartir intereses.
3. Preferencia por repetir las mismas acciones, actividades, movimientos o palabras una y otra vez, sin una razón aparente.
4. Intereses restringidos, a menudo intensos.
5. Hiper o hipo reactividad a la entrada sensorial (demasiado sensible, o demasiado insensible al sonido, la luz, los olores, el dolor, el tacto, etc.)
¿Qué quiere decir la gente cuando dice ‘autismo leve’ o ‘AAF’?
¿Qué quiere decir un profesional, un profesor o un padre cuando dicen que un niño tiene autismo “leve” o “AAF”? Dado que no existe una definición oficial del término, puede tener un significado diferente dependiendo del contexto o la perspectiva.
A veces, el término se ocupa cuando una persona puede cumplir con varios de los aspectos relacionados al autismo y sin embargo, tener un muy buen lenguaje hablado, resaltando también en otras habilidades. Por ejemplo un niño que tiene dificultades haciendo amigos porque no entiende a los niños de su edad, no entiende el humor y tampoco encuentra intereses comunes, pero que sin embargo puede destacar por su inteligencia y hablar, de temas que le interesan, de manera muy fluida.
El término también se puede usar eufemísticamente para describir a un niño que ha tenido muchísimas dificultades para desarrollar el lenguaje desde edad temprana, pero que con el paso del tiempo y la correcta aplicación de herramientas, ha logrado aprender algunas formas de comunicación y presenta, a vista de todos, un gran avance.
También puede usarse este término a la hora de organizarse entre especialistas para poder discutir y explicar las decisiones relacionadas con el tratamiento. Por ejemplo, considerar qué tipo de terapia puede ser acorde a un niño con autismo leve en lugar de un niño con autismo severo.
Por último, también podemos encontrar un uso de este término para hablar de personas que tienen muchas habilidades avanzadas, como la académica, o la social en una manera más funcional, pero que también tienen dificultades con la organización, los límites, problemas sensoriales, entre otros elementos que terminan haciendo de entornos educacionales o laborales, algo muchísimo más difícil de sobrellevar.
¿Existen tratamientos para el autismo leve o AAF?
Existen muchos tratamientos disponibles para mejorar la calidad de vida de esta condición. No existe una cura puesto que no es una enfermedad, sino un trastorno neurobiológico del desarrollo.
Terapia Psicológica Cognitivo-conductual (aparte de las herramientas para el entrenamiento de la conducta, ofrece herramientas para el entrenamiento de los pensamientos y por tanto de las emociones).
Terapia Psicológica Racional Emotiva Conductual (diálogos lógicos entre el terapeuta y el paciente, que buscan profundizar y resolver distintas confusiones que producen angustia, ansiedad y dolor).
Terapia de juego o de desarrollo (utiliza actividades basadas en el juego para desarrollar habilidades emocionales y de comunicación).
Terapias farmacológicas (hay medicamentos que tratan los síntomas como la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo que pueden estar asociados con un autismo leve).
Terapia del habla (con autismo leve, la terapia del habla generalmente está relacionada con las habilidades de conversación, el lenguaje corporal, etc.)
Terapia ocupacional (a menudo útil para problemas sensoriales).
Terapia física (muchos niños con autismo tienen un tono muscular bajo o son físicamente torpes).
Algunos niños con autismo también pueden beneficiarse de los tratamientos de problemas asociados, como convulsiones, problemas gastrointestinales, trastornos del sueño y problemas como el trastorno obsesivo-compulsivo. Estos problemas no son parte del autismo per se, pero son más comunes entre los niños autistas.
En interludio nos dedicamos completamente a la Terapia Psicológica Cognitivo-Conductual y a la Racional Emotiva Conductual, ambas con gran respaldo científico, donde podemos ver grandes mejoras para la calidad de vida tanto de niños, adolescentes y adultos, así como el de sus familiares y amigos.