Si bien las buenas intenciones y el deseo de ayudar son el primer requisito para apoyar a un ser querido que está pasando por un mal momento, es importantísimo saber cómo ayudar de la mejor forma. Esto no es solo más eficiente en términos de tiempo y de energía, si no que también evita que hagamos daño (o intervengamos en los procesos de cura) sin saberlo.
Aquí te contamos de 10 formas en las que puedes ayudar:
Infórmate sobre salud mental
Las condiciones de salud mental pueden ser confusas, sobre todo para quienes no las padecen y solo observan de afuera a su ser querido sufrir por alguna de ellas. Por eso, aprende todo lo que puedas de la condición consultándolo con el profesional que esté a cargo de su tratamiento.
Evita estigmatizar la salud mental
Las condiciones de salud mental no son diferentes de otras condiciones de salud. Tu ser querido no eligió padecer los síntomas que tiene (probablemente siente que no tiene control alguno sobre ellos) y si pudiese hacerlos desaparecer fácilmente, probablemente lo haría. Generar vergüenza no es buen camino para la mejora, de hecho, lo mejor es animarlo a que converse abiertamente sobre el tema, respetando sus tiempos y sin juicios innecesarios.
Escucha y aprende
Las personas no son solo sus síntomas o desórdenes; son individuos únicos y tu ser querido puede no presentar todos los síntomas que hayas aprendido o escuchado que están relacionados a una patología específica, o puede que los síntomas que sí tiene se manifiesten de una manera distinta. No te guíes únicamente por lo que pudiste haber escuchado en los medios o en conversaciones casuales: escucha a tu ser querido, aprende también de sus experiencias y pregúntale cómo puedes serle de ayuda.
Ayúdale a buscar ayuda
Las condiciones de salud mental por lo general no desaparecen por sí solas; en la mayoría de los casos, es necesaria la intervención de un profesional. Por ello, es necesario buscar el apoyo de psicólogos, psiquiatras o algún grupo de ayuda (guiado por profesionales) que pueda orientarte y ayudarte a entender qué tipo de ayuda es la ideal para tu ser querido.
Ofrece ayuda concreta
Es de mucha ayuda manifestar tu cariño y preocupación, pero es aún mejor ofrecer ayuda concreta. Por ejemplo, si tu ser querido se siente abrumado con el trabajo, puedes ofrecer ayudar en algunas tareas del hogar para que pueda sentir que tiene un peso menos encima. Cuando se reduce el estrés diario, la vida puede hacerse un poco más fácil y de esa manera, se puede dedicar más tiempo y energía a la recuperación.
Toma sus síntomas en serio
Las condiciones mentales suelen teñir el mundo con un filtro de distinto color, por ello, por más que intentes convencer a tu ser querido que el mundo es del color que lo ves tú, él no podrá verlo, pues lo ve con el filtro de su estado emocional actual. Entonces, si tu ser querido expresa ansiedad, tristeza o sentimientos suicidas, escúchalo con atención sin decirle que el mundo no es tan malo, pues probablemente se sentirá fuera de lugar, aislado y culpable de no ver el mundo como tú.
Dale control
A menos que tu ser querido esté en inminente peligro, forzarlo a que tome un tratamiento no es recomendable, pues puede sentirse desvalido. Incentívalo a buscar tratamiento, pero no lo manipules para lograrlo; sugiéreselo como una opción a probar, algo a experimentar y ver cómo se siente. La eficacia del tratamiento disminuye si tu ser querido no quiere estar ahí o no está listo para recibirlo.
Muéstrale sus fortalezas
No importa cuánto esté luchando tu ser querido para superar sus dificultades, debes recordarle siempre que, a pesar de esas dificultades, tiene cosas importantes que ofrecerle al mundo. Ayúdale a celebrar incluso las pequeñas victorias y avances. Premia cada victoria; esto le dará aún más coraje para superarse y mejorar. Tu refuerzo y tus muestras de orgullo son importantes. Ahora, es importante que estos refuerzos sean expresados de manera genuina, no de forma condescendiente ni exagerada.
Dale amor incondicional
Las personas que están sufriendo por alguna condición mental usualmente se preocupan si dejarán de ser amados y los estereotipos dañinos sobre la salud mental pueden alimentar este miedo. Asegúrale a tu ser querido que seguirás allí para apoyarle.
Manténlo seguro
La vida de tu ser querido y su seguridad son muy importantes. Si estás preocupado y te parece que su vida puede correr peligro, contacta ayuda de manera inmediata. La gente que tiene pensamientos suicidas o ha actuado antes sobre ellos necesitan de atención permanente. Si crees que busca de tu atención, pues bríndasela, podrás estar salvando su vida.
A veces la intención de ayudar no es suficiente, y es importante algo de instrucción sobre cómo ayudar. Si uno —o más— de tus seres queridos se encuentra pasando por un mal momento y no tienes claro cómo aproximar la situación de la mejor forma, no dudes en contactar a un psicólogo/a que pueda ayudarte a navegar este difícil momento. Si deseas tomar hora con uno de nuestros terapeutas, puedes hacerlo AQUÍ.