Porqué es importante desarrollarla

  1. Puedes recuperarte más rápido de situaciones difíciles.
  2. No te dejarás vencer fácilmente.
  3. Crecerás a pesar de los problemas.
  4. Podrás hacerle frente a los problemas.
  5. Podrás manejar mejor la presión del día a día.
  6. Vivirás con un mejor sentido del humor.
  7. Podrás aprender de tus errores.
  8. Controlarás mejor las emociones negativas.
  9. Podrás manejar mejor la tristeza.
  10. Serás más flexible en tus pensamientos.

Cómo desarrollar una actitud resiliente

Incorpora esto en tu día a día

  1. Duerme, haz suficiente ejercicio y aprende a manejar el estrés. Cuando cuidas tu mente y cuerpo, estás en mejores condiciones para afrontar eficazmente los desafíos de tu vida.
  2. Practica el pensamiento consciente. Las personas resilientes no dejan que los pensamientos negativos descarrilen sus esfuerzos. En cambio, practican constantemente el equilibrar sus pensamientos, viendo lo bueno y lo malo de cada situación.
  3. Presta atención a cómo te hablas a ti mism@ y corrígete. Cuando algo sale mal: si te encuentras diciéndote generalizaciones (hago todo mal/hice esto mal), personalizaciones (soy tan estúpid@/actué de manera estúpida) o cosas permanentes (siempre hago todo mal/esta vez, hice esto mal).
  4. Desarrolla la confianza en ti mism@. Las personas resilientes confían en que eventualmente tendrán éxito, a pesar de los reveses de la vida. Esta creencia en sí mism@s también les permite tomar riesgos: cuando desarrollas confianza y un fuerte sentido de ti mism@, tienes la fortaleza para seguir avanzando y asumir los riesgos que necesitas para salir adelante.
  5. Concéntrate en ser flexible. Las personas resilientes entienden que las cosas cambian y que los planes a veces necesitan cambiarse o eliminarse de acuerdo a lo variable de la vida. Cada cambio en la situación y contexto en el que vives implicará analizar y crear una nueva estrategia.
  6. Aprende de tus errores, fracasos y problemas. Cada situación tiene el poder de enseñarte algo importante; así que no dejes de buscar hasta que hayas encontrado la lección en cada situación.
  7. Desarrolla relaciones sólidas. Las personas que tienen fuertes conexiones personales, son más resistentes al estrés. Una buena red de apoyo, es crucial.
  8. Establece metas personales. Tus metas deben ser tu gran norte al cual apuntas la vida y por sobre todo coincidir con tus valores. Primero definimos objetivos alcanzables que gradualmente nos acercarán a la meta.
  9. Elige cómo responder. Todos tenemos días malos y etapas difíciles. Y aunque a veces no podamos controlarlos, sí podemos controlar el cómo respondemos a ellos; podemos elegir reaccionar negativamente o en pánico, o podemos elegir mantener la calma y la lógica para encontrar una solución. En algunas situaciones no tendremos la posibilidad de hacer un gran análisis pero siempre podemos actuar siempre desde el autocuidado y el cuidado de los que están contigo. Tu reacción siempre depende de ti.
  10. Mantén la perspectiva. Las personas resilientes entienden que, aunque una situación puede parecer abrumadora en el momento, puede que en el futuro no lo sean tanto. Por eso es importante mantenerse fieles a los ideales.