La poca información, la poca empatía, los déficit en educación y en salud pública; nos muestran lo débil del sistema y lo abandonados que hemos estado desde hace décadas. Muchos buscan y ofrecen mejoría sólo para poder subirse nuevamente al sistema, volver a ser un engranaje más de la rueda del capitalismo, porque en nuestra sociedad a las personas se las ve como un bien, un recurso, un eslabón en la cadena y no como a un humano que debe desarrollarse hacia el bienestar y plenitud. Por lo mismo, muchos han aprendido a vivir con enfermedades mentales sin que estas sean evidentes. Por ellos, te enseñamos a identificar algunas de las condiciones más comunes que podrías estar experimentando hace años de manera silenciosa y que el sistema te ha enseñado a normalizar.

Depresión/Ansiedad               Depresión/Distimia

¿Tengo niveles altos de ansiedad o depresión?

Si bien los niveles altos de ansiedad y la depresión comparten sintomatología, hay aspectos clave que las distinguen. Los niveles altos de ansiedad se caracterizan por una preocupación excesiva y la dificultad para controlar dicha emoción. Puede incluir síntomas físicos como dificultad para respirar, tensión muscular, palpitaciones, mareos e incluso ataques de pánico. En cambio, la depresión es la sensación de tristeza, constante, intensa y prolongada, acompañada por la falta de interés en actividades que se consideraban agradables. Entre los síntomas encontramos falta de energía, baja autoestima e incluso pensamientos suicidas.

Entre los síntomas que se comparten encontramos: la falta de de energía o fatiga.

En el caso de la ansiedad es provocada por patrones de pensamiento ansioso, pensamiento obsesivo o rumiación.

En el caso de la depresión, la pérdida de energía es probable que sea un síntoma primario, o sea que sea un síntoma intrínseco y no derivado de acciones.

Signos de que estás experimentando niveles altos de ansiedad.

  • Manos o pies fríos, sudorosos, entumecidos u hormigueantes.
  • Falta de aliento.
  • Palpitaciones.
  • Pensamientos intrusivos ansiosos.
  • Boca seca.
  • Náusea.
  • Mareo.
  • Irritabilidad.

Es probable que experimentes ansiedad si:

  • Tiene antecedentes familiares de ansiedad.
  • Experimentaste timidez cuando era niño.
  • Has experimentado estos síntomas desde temprana edad.

Signos de que estás experimentando depresión.

  • Sentimientos de tristeza intensa.
  • Dormir mucho o muy poco.
  • Fatiga o sentimientos de pesadez.
  • Sentimientos de desesperanza o culpa.
  • Lentitud para procesar información.
  • Pensamientos de muerte o suicidio.

Es probable que experimentes depresión si:

  • Hay antecedentes de depresión en tu familia.
  • Recientemente experimentaste una pérdida traumática.

¿Tengo distimia o depresión?

El gran problema de la distimia, es su difícil detección, pues que los síntomas se van desarrollando lentamente a través del tiempo. Y al no ser descubierta ni tratada, pude transformarse en depresión crónica, afectando de sobremanera la vida del paciente.

La distimia es una forma de depresión que se mantiene en el tiempo. Por lo general aparece y desaparece durante años y su intensidad cambia con el tiempo. No obstante los síntomas pueden desaparecer durante mas de dos meses por vez. Además de presentarse episodios de depresión mayor durante el trastorno depresivo leve continuo, lo que se conoce como depresión doble.

La diferencia entre distimia y depresión es la duración y el nivel de intensidad.

En la depresión los síntomas pueden aparecer por un tiempo limitado, en cambio, en la distimia se mantienen de forma continuada en el tiempo.

En cuanto a la intensidad, la distimia tiene un nivel de intensidad menor que la depresión.

Puesto que la distimia no es puntual, sino que se extiende por mucho tiempo, es muy difícil percibirla y sólo suele identificarse cuando la persona presenta otra patología asociada o cuando suceden complicaciones que empeoran la distimia, cómo; una mala calidad de vida, una depresión mayor, trastornos de ansiedad, trastornos de ánimo, abuso de sustancias, relaciones difíciles o conflictos familiares, problemas en lugar de trabajo o estudios, dolor crónico o enfermedades generales, pensamientos o comportamientos suicidas trastornos de personalidad y otros trastornos de salud mental.

Síntomas

Los síntomas pueden causar impedimentos considerables y pueden incluir:

  • Falta de interés en las actividades diarias.
  • Tristeza, sensación de vacío, depresión.
  • Desesperanza.
  • Cansancio y falta de energía.
  • Baja autoestima, autocrítica o sentirse incapaz o inútil.
  • Dificultades para concentrarse y tomar decisiones.
  • Irritabilidad o enojo excesivo.
  • Disminución de la actividad, eficacia y productividad.
  • Evitar las actividades sociales, aislamiento.
  • Sentimientos de culpa y preocupaciones por el pasado.
  • Falta de apetito o comer demasiado.
  • Problemas para dormir.
  • Tristeza constante.
  • Melancolía crónica.
  • Falta de energía.
  • Sentimiento de desesperación.
  • Angustia persistente.
  • Trastornos de la alimentación (anorexia o bulimia).
  • Dificultad para tomar decisiones o concentrarse.
  • Trastornos del sueño (insomnio o hipersomnia).
  • Aislamiento social.
  • Visión pesimista del futuro.
  • Dificultad para realizar labores cotidianas.
  • Tendencia a llorar.
  • Anhedonia o pérdida de la sensación de placer.

La psicoterapia puede ser útil para identificar la causa de ciertos síntomas.

Un terapeuta capacitado puede ayudarte a desentrañar síntomas y ver qué puede estar causándolos. Ya sea que experimente ansiedad, depresión, ambos o distimia. Un terapeuta puede ayudarte a crear un plan para abordar definitivamente esas afecciones a largo plazo.

En el caso de la distimia, es importante la psicoeducación en los pacientes, ya que al ser una condición difícil de detectar, el saber detectar síntomas, reconocer emociones y pensamientos negativos asociados, puede ayudarlos a revertirlos de manera efectiva.

La solución más efectiva para la distimia, es la combinación de psicoterapia y a veces el apoyo de medicamentos psiquiátricos antidepresivos.