5 signos de trauma pasado no resuelto

[fusion_builder_container hundred_percent=»no» equal_height_columns=»no» menu_anchor=»» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» class=»» id=»» background_color=»» background_image=»» background_position=»center center» background_repeat=»no-repeat» fade=»no» background_parallax=»none» parallax_speed=»0.3″ video_mp4=»» video_webm=»» video_ogv=»» video_url=»» video_aspect_ratio=»16:9″ video_loop=»yes» video_mute=»yes» overlay_color=»» video_preview_image=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» padding_top=»» padding_bottom=»» padding_left=»» padding_right=»»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ layout=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» border_position=»all» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding_top=»» padding_right=»» padding_bottom=»» padding_left=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» center_content=»no» last=»no» min_height=»» hover_type=»none» link=»»][fusion_text]

El trauma es definido como una experiencia intensa que afecta profundamente la manera de funcionar de la persona que lo vive: impacta no sólo sus emociones, sino que también su mirada del mundo y cómo se comporta en él. Cambia drásticamente la idea básica de que el mundo es un lugar justo, seguro y predecible, y puede ser causado por distintas situaciones que pueden ir desde catástrofes naturales, accidentes, situaciones de abuso, etc. 

En esencia el trauma es una experiencia intolerable e insoportable. Es por ello que nuestro cerebro nos protege y a menudo tendemos a olvidar o reprimir esas vivencias. Es por esto, que se hace mucho más difícil detectar la relación entre síntomas físicos y experiencias traumáticas. En este artículo te mostraremos los cinco síntomas más comunes pero menos visibilizados que están relacionados con la experiencia de vivir una trauma y el no haberlo procesado.

Al no procesar de buena manera una experiencia traumática, nuestro cuerpo queda estancado en ciertas actitudes y sensaciones vividas en esa experiencia, que luego podemos dilucidar mediante reflexión.

El trauma es cualquier experiencia lo suficientemente intensa que nos provoque un shock; no es necesario ser veterano de guerra o sufrir catástrofes para experimentar un trauma. Incluso, podemos experimentar traumas sin ser conscientes de ello.

Al no procesar un trauma, luego nos vemos enfrentados a síntomas físicos somatizados, o sea,  nuestro cuerpo como mecanismo de defensa frente a esta experiencia intolerable, expresa nuestros sentimientos reprimidos con diversos síntomas. Convertimos un malestar emocional en un malestar físico, pues es mucho más fácil lidiar con ese malestar que el revivir recuerdos insoportables.
A menudo podemos sentir dolores que no tienen explicación médica y por lo tanto son resistentes a tratamientos.

Por ello, es vital que analicemos nuestros síntomas y consideremos reflexionar sobre sus orígenes para así sanarlos mediante  el trabajo que se hace en la psicoterapia.

5 signos de trauma pasado no resuelto

Muchas personas que padecen síntomas de traumas (o estresores del pasado), pueden no ser conscientes de éstos, sólo experimentando los síntomas físicos e intentando encontrar explicaciones médicas que sólo están enfocadas a las dolencias corporales. 

1 SENSACIÓN CRÓNICA DE PELEAR-HUIR-CONGELARSE

La respuesta de pelear, huir o congelarse es una reacción natural frente a las amenazas externas. Pero esta respuesta debe ocurrir frente a una amenaza, para luego disminuir y volver a un estado de relajo normal.
En este caso, tu mente percibe una amenaza de forma permanente, junto con todas sus consecuencias. Te puedes sentir agitado, hiper vigilante y siempre intranquilo, señales inequívocas de que algo en ti está detonando la idea de que debes pelear, huir o congelarte.

2 FATIGA CRÓNICA

La segunda señal es sentirte cansado, incluso exhausto, todo el tiempo, no importa cuánto duermas o descanses.
Muchos pueden ir en busca de diagnósticos médicos sin lograr encontrar nada irregular; muchas veces se sospecha de fibromialgia o síndrome de fatiga crónica, pero los síntomas no coinciden con los criterios para el diagnóstico. 

Esta señal está parcialmente relacionada con la reacción de pelear, huir o congelarse: cuando se gatilla esta reacción, nuestro sistema se llena de adrenalina y cortisol, y nos preparamos para el peor escenario; esto, naturalmente, demanda mucha energía. Cuando la reacción funciona normalmente, no hay problema (tenemos tiempo para reponernos) pero cuando es crónica, la demanda energética es constante: el cuerpo no alcanza a reponerse y se genera una sensación constante de fatiga.

3 DOLOR CRÓNICO

Muchas personas pueden presentar dolor en distintas partes del cuerpo, pudiendo estos síntomas estar ligados a condiciones o enfermedades físicas; pero muchas veces no hay explicación médica para el dolor.

El dolor, en este caso, puede ser entendido como una angustia que no ha sido procesada, expresándose físicamente.
La división que antes se hacía entre mente y cuerpo ha sido demostrada una y otra vez como inexistente: la aflicción mental afecta al cuerpo y viceversa.
Muchas veces vemos el dolor crónico en personas batallando con la depresión o como un síntoma co-existente al estrés post traumático.
El dolor, generalmente, se siente exacerbado y de manera más intensa si tuviste experiencias traumáticas en tu pasado. Incluso podemos ver que es mucho más común para un niño pedir ayuda con respecto a un dolor físico a sus cuidadores que mencionar un dolor emocional, pues no cuentan con el vocabulario para hacerlo. Y esto pasa igualmente en la adultez: cuando no desarrollamos las herramientas para exteriorizar nuestras dolencias emocionales, las transferimos al cuerpo.

4 PROBLEMAS GASTROINTESTINALES

Los problemas gastrointestinales como úlceras gástricas, colon irritable, Crohn, gastritis, etcétera, muchas veces no tienen más explicación que el estrés conectado a traumas no resueltos. Existe un vínculo directo entre trauma, estresores pasados y/o presentes y nuestra salud gastrointestinal.

5 DOLORES DE CABEZA CRÓNICOS

Las cefaleas causadas por tensión son bastante conocidas, y tal como su nombre lo dice, están vinculadas a la tensión muscular que nos causa el estrés. Muchas veces no somos conscientes de nuestras malas posturas y de su relación con el estrés.
Incluso, mucha gente puede acudir a hacerse diversos exámenes médicos para determinar la causa de sus cefaleas, sólo para encontrar que la causa era emocional. Este estrés puede ser provocado por traumas no resueltos o estresores no procesados. Sin embargo, una vez que se les reconoce, pueden ser abordados y se pueden desarrollar técnicas para relajar el cuerpo, los dolores mejoran considerablemente y hasta pueden desaparecer por completo.


Si estás sufriendo de alguno de estos síntomas y consideras que las explicaciones médicas son poco certeras o simplemente no las hay, te invitamos a considerar reflexionar sobre sus posibles causas emocionales de manera cautelosa, pues estas experiencias traumáticas pueden llevarte a sentir síntomas indeseados y que sin bajo la supervisión de una guía que te de apoyo y herramientas para sobrellevarlas, pueden seguir haciéndote daño. 

[/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

Descubre más desde Una terapia acorde a los tiempos

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo