¿La importancia de un diagnóstico?

A grandes rasgos un diagnóstico te puede ayudar a entender tu vida, tus dificultades y por qué muchas veces te costaron cosas que para otrxs parecen simples o normales. El autoconocimiento es esencial en tu proceso de crecimiento emocional, en la creación y mantención de relaciones para con otros y mayormente lograr un buen nivel de paz y salud mental.  Un diagnóstico no es una prisión ni una etiqueta que te encierre sino todo lo contrario, es tu libertad desde el momento que te ayuda a definir dónde estás y desde ahí definir mejor las rutas hacia donde quieres llegar. 

No debemos olvidar que muchas personas en el espectro han crecido toda su vida sin un diagnóstico y el apoyo necesario, por lo mismo, muchas han aprendido a esconderlo y presentarse como personas neurotípicas. A esto le llamamos enmascaramiento. Es mucho más común en mujeres, puesto que en ellas los indicadores pueden presentarse más leves, pero también por las expectativas sociales que se les han impuesto; muchas simplemente acatan “quienes deben ser”. Un claro ejemplo es el de una mujer autista que se siente ansiosa ante las situaciones sociales, se siente abrumada por estímulos auditivos, le cuesta mucho identificar expresiones sociales, prefiere pasar su tiempo sola, pero es parte de un grupo de porristas, donde el trabajo en equipo, el ruido, gritos, música fuerte y convenciones sociales son esenciales. Puede parecer extremo, pero son muchas las realidades donde las personas autistas se fuerzan a vivir realidades extremas para sobrevivir en la sociedad, poder ser autosuficientes e independientes o simplemente hacer conexiones sociales. 

Signos que puedas estar ignorando:

Estos son algunos ejemplos a buscar o con los cuales puedas identificarte, aunque presentar algunos de estos indicadores no es ni por cerca el equivalente a un diagnóstico sí te pueden servir como una guía que motive a obtener el diagnóstico hecho por un/a especialista en salud mental.

  • Te cuesta entender lo que piensan o sienten las demás personas.
  • Te pones muy ansiosx en situaciones sociales.
  • Puedes tener dificultades para hacer amistades.
  • Puedes preferir estar en soledad más que otras personas de tu entorno..
  • Ante los demás, puedes parecer bruscx, groserx o no estar interesadx; sin quererlo.
  • Puedes tener dificultades para expresar lo que sientes.
  • Ante la dificultad para expresar lo que sientes, puede que experimentes gran frustración que a veces te lleva a crisis emocionales.
  • Puedes tomarte las cosas literalmente, sin entender que puedan ser bromas, sarcasmos o metáforas.
  • Puede que te guste o necesites tener rutinas en tu día a día, lo que te trae gran tranquilidad, confort y certidumbre.
  • Puede que si cambias dichas rutinas te sientas ansiosx.
  • Puedes tener problemas para interpretar o hacer sentido a las expresiones faciales, el lenguaje corporal o las señales y convenciones sociales.
  • Puede que tengas dificultad para regular tus emociones. 
  • Puede que te molesten ciertos o todos los estímulos externos como sonidos, tacto, luz, etc.
  • Puede que se te haga muy complejo mantener o generar conversaciones.
  • Puede que te digan que tus expresiones faciales o inflexión de la voz no representan una emoción o sentimiento esperado, incluso cuando tú lo quieres expresar. 
  • Tal vez hagas sonidos o movimientos cuando sientas mucha alegría, ansiedad o estrés.
  • Puedes tener la tendencia a realizar comportamientos repetitivos o rutinarios.
  • Puede que solo quieras participar en actividades restringidas y rechazar las desconocidas o espontáneas.
  • Puede que presentes gran interés en algunos intereses específicos, como colecciones o tópicos; tales como tu trabajo, hobbie, investigaciones, etc. 
  • A veces puedes tener problemas con el espacio personal e invadir el de lxs demás sin darte cuenta.
  • Puede que seas muy bueno detectando patrones y conexiones que otros no ven. 

Es importante considerar que probablemente la mayoría de las personas pueden compartir alguno o un par de estos indicadores, pero compartir ya más de cinco debiese considerarse como una señal de la necesidad de diagnóstico. 

No olvidemos que el trastorno autista puede estar presente al mismo tiempo que muchas otras condiciones neurológicas; como por ejemplo tener déficit atencional, este sumado a la hiperactividad, ehlers danlos, hiperlaxitud articular, disautonomía, trastornos de personalidad, traumas, etc. Por ello, se necesita de un diagnóstico diferencial de un profesional entrenado o un equipo multidisciplinario para identificar tus actitudes y comportamiento y realmente dirigirte en el camino correcto para tu autoconocimiento.