Hay mucho desconocimiento al rededor del Trastorno de déficit atencional, sobre todo muchos mitos. Es por ello que aquí te damos a conocer los que creemos son los más comunes.

MITO 1

Todas las personas con TDAH tienen hiperactividad evidente.

Verdad: La hiperactividad no siempre se presenta de manera física y evidente. Muchas veces se puede presentar de forma interna, por ejemplo con ansiedad, rumiaciones, elucubraciones o pensamientos intrusivos. Estas personas, externamente, pueden verse calmados y serenos, pero internamente presentan síntomas de hiperactividad.

MITO 2

El TDAH es más común en hombres que en mujeres.

Verdad: El TDAH se presenta en igual cantidad en todos los géneros, pero desconocimiento, sesgos de género y tests creados fundamentalmente en base a hombres, una gran parte de las mujeres no son diagnosticadas.
Además, y dado que el TDAH puede presentarse de manera distinta en mujeres, le ha tomado tiempo a los profesionales de salud actualizarse y tener mejores herramientas de evaluación.

MITO 3

Las personas con TDAH tienen CERO atención.

Verdad: Erróneamente, se cree que las personas con TDAH tienen una total ausencia de atención, pero la dificultad se presenta en enfocar la atención. Incluso, pueden entrar en ‘Hiperfoco’, poniendo toda su atención en una actividad, pasando horas absortos en una sola cosa.
Las personas con TDAH luchan por filtrar los estímulos externos e internos, demandándoles un esfuerzo tremendo enfocar deliberadamente su atención.

MITO 4

Las personas inteligente no puede tener TDAH.

Verdad: El TDAH no tiene nada que ver con la inteligencia o capacidad cognitiva de un individuo. La atención y la inteligencia interactúan entre sí, pero son procesos cognitivos completamente distintos: una persona muy inteligente puede tener dificultades para enfocar su atención. Esta creencia errónea mantiene a muchas personas sin recibir un diagnóstico y el apoyo que necesitan.

MITO 5

Las personas que tuvieron TDAH en la niñez no la tendrá en la adultez.

Verdad: El TDAH es una condición neurológica del desarrollo que se mantiene de por vida. Lo que puede suceder es que muchos desarrollan herramientas para compensar sus síntomas e, incluso, generan estrategias para que sea menos evidente.
Lo que se recomienda es desarrollar herramientas sanas para adaptarse a los distintos contextos y recibir el apoyo y comprensión de la comunidad médica, de familiares y amigos.