Ya está llegando Navidad, y todos buscamos hacer el regalo preciso, sobre todo cuando se trata de nuestros niños. Sin embargo -y contrario a lo que el mercado nos sugiere- simplemente regalar un producto no es suficiente; el verdadero cariño se expresa a través de un regalo con sentido. Un regalo tiene sentido cuando la persona que regala considera las posibles consecuencias de este (positivas y negativas) y aprovecha el acto de regalar como una oportunidad para que la otra persona crezca y su vínculo se fortalezca. Desde nuestro punto de vista, regalar no es un acto único, sino una disposición a acompañar y apoyar el crecimiento del niño a quien le damos un regalo.

Te dejamos ahora con una lista de los artículos más regalados en Navidad, y las oportunidades que estos nos presentan:

Legos: estos versátiles bloques fomentan una serie de aspectos positivos; capacidad de planear, resolver problemas, generar aplicaciones creativas, lograr ser constante en la tarea de construir y sobreponerse a la frustración si las cosas no resultan. Todo esto debe ser fomentado por quien regala; sino, corremos el riesgo de que los legos queden en una esquina, guardando polvo.

Autos y camiones: estos son juguetes que nos ofrecen la posibilidad de abordar uno de los temas en que los chilenos somos más deficientes: seguridad y convivencia vial. Es cierto que la mayor parte del tiempo los autos de juguete andan chocando por todos lados, podemos tomarnos unos minutos para inculcar ideas básicas de convivencia y seguridad.

Figuras de acción y muñecas: es interesante ver a niños y niñas jugar con muñequitos y figuras de acción. La cantidad de dinámicas (mediante historias y guiones) que aparecen de manera espontánea es enorme. Si ponemos atención y nos involucramos en los juegos de los niños, podremos abordar estos temas que dan vuelta en sus cabecitas, y así abrir conversaciones sobre agresividad, normas de masculinidad y feminidad, sentimientos negativos y positivos.

Pistolas de agua, Nerf y airsoft: este tipo de regalos pueden convertirse en oportunidad para educar sobre cómo lidiar con la agresividad y la competencia, así como abrir conversaciones el uso de armas reales y el daño que estas pueden producir a otras personas sin son tratadas de forma inadecuada.  Especialmente cuando los niños son fanáticos de lo militar es una gran oportunidad de enseñarle los valores que por lo general las películas y videojuegos simples dejan de lado: el honor, la disciplina, el coraje, entre otros. 

Bicicletas, monopatines, skateboards: aprender a andar en estos stuff usualmente implica una que otra caída. Este proceso, dejado al azar o abandonando al niño a que lo realice por sí mismo, puede resultar en que este desarrolle temores o derechamente practique de manera insegura. Por el contrario, si acompañamos al niño en su aprendizaje, tenemos la oportunidad de apoyarlo cuando caiga, enseñarle modos de lidiar con el dolor y a sobreponerse a la frustración que puede venir con esto.

Balones de fútbol, rugby, raquetas y otros implementos deportivos: es evidente que aprender a jugar un deporte involucra un proceso potencialmente frustrante y la presencia de un adulto que aborde la situación de buena manera será crucial. Sin embargo, los deportes ponen en juego otra dimensión central de la natura humana: la competencia. Acompañar el aprendizaje de un deporte nos permitirá inculcar nociones de competencia sana y espíritu de equipo, características fundamentales en la vida cotidiana.     Si eres una persona que ha vivido lejana a los deportes pero quieres que tu hijo no viva la misma historia; te recomendamos ver los valores relacionados al rugby que son, cien por cien, mejores que los asociados a otros deportes como el fútbol.   

Videojuegos y consolas: usualmente nos preocupamos por regalar los últimos videojuegos y consolas por dos razones: no queremos que los niños y adolescentes abusen de su uso, o tememos que el contenido de los mismos sea muy violento (guerra, asaltos, violencia física, etcétera). Sin embargo, ambos riesgos serán evitados si acompañamos de buena manera el juego. Para un niño, moderarse y jugar bajo ciertos parámetros es prácticamente imposible, y esperar que lo haga sin la supervisión de un adulto es iluso. Por otro lado, la aparición de contenidos problemáticos debe ser considerado como una oportunidad para tomar temas conflictivos que no siempre son conversados por las familias y en el colegio. Si bien debemos considerar si los temas son apropiados o no para la edad del niño, descartarlos completamente no nos llevará a buen puerto.   Además que, como sabemos, tu hijo igual termina jugando GTA:V en la casa de su amigo si está prohibido en la tuya. 

De seguro se nos pasan muchos otros regalos, pero la idea es darte una noción general de esta perspectiva que llamamos regalar con sentido. Recuerda dejarnos tus comentarios y preguntas en nuestra página de Facebook y compartir este artículo en tus redes sociales; la mayoría hacemos regalos, muy pocos regalan con sentido.