La presión social para la felicidad durante la temporada y el desafío del duelo

 

La presión social para la felicidad durante la temporada y el desafío del duelo

La temporada festiva y estival, a menudo se asocia con alegría, celebraciones y felicidad. Sin embargo, para aquellos que están atravesando procesos de duelo, este periodo puede convertirse en un desafío emocional. La presión social por estar feliz y disfrutar de las festividades puede resultar abrumadora, llevando a muchos a ocultar sus sentimientos. En este artículo, exploraremos cómo esta presión puede afectar a las personas en su proceso de duelo y analizaremos la importancia de permitir la expresión emocional durante estas épocas difíciles.

Tipo de duelo

El duelo es el proceso natural de adaptación a una pérdida. Se caracteriza por una serie de emociones, como la tristeza, la rabia, la culpa, la ansiedad y la añoranza. La etapa más dura del duelo suele durar entre 6 y 12 meses, pero puede prolongarse más tiempo en algunos casos y aun así una parte puede que permanezca.
El duelo se puede sufrir por la pérdida de un ser querido, por la pérdida de tradiciones que teníamos arraigadas en el fin de año, por la pérdida de la imagen que teníamos de seres queridos; y por un sinfín de cambios que nos han parecido difíciles o traumáticos.

El desarrollo del duelo ha sido descrito en etapas por algunos autores como Parkes (1993) o bien como una serie de tareas Worden (1997) o desafíos, según Neimeyer (2002).

Según Parkes, las etapas por la que pasa la persona en duelo serían, de modo esquemático:

  1. “Entumecimiento y embotamiento” (Shock): en esta fase aparece fundamentalmente
    embotamiento afectivo, sentimientos de irrealidad (“no puede ser verdad”), incredulidad.
  2. Anhelo y languidez: largos períodos de pena y anhelo intercalados con otros de ansiedad y tensión. Se pueden añadir a esta confusión emocional sentimientos de ira, autoreproches, baja autoestima y aturdimiento. La persona se puede sentir insegura y con la sensación de estar esperando cualquier desastre de un momento a otro.
  3. Desorganización y desesperación: disminuye la intensidad emocional y aparecen amplios períodos de apatía y de desesperación. Todos los deseos se ven disminuidos y se prefiere no mirar al futuro. Puede aparecer aislamiento social y el persona puede comportarse como si hubiese sido mutilado físicamente.
  4. Reorganización y recuperación: Primero se recupera el apetito por la comida. Los aniversarios suelen ser momentos de revivir el duelo, pero una vez pasan puede haber una mejora del humor y la energía. Las vacaciones pueden ser un momento de escape de todo lo que recuerda al fallecido. Aparecen otra vez, paulatinamente, las motivaciones.

Estas fases no siguen un orden temporal fijo y hay que tener en cuenta además la variabilidad interpersonal que hará que la duración y el orden de las mismas sea diferente. Por otra parte también hay que señalar que es difícil concretar un punto final del duelo ya que incluso años después pueden aparecer recuerdos tan vívidos como los experimentados inmediatamente después de la pérdida.

La presión de la felicidad social

La sociedad a menudo espera que las personas estén felices y llenas de espíritu festivo durante la temporada. Esta expectativa puede tener un impacto especialmente fuerte en aquellos que están lidiando con el duelo, especialmente para quienes han perdido un ser querido. Según un estudio publicado en el Journal of Social and Clinical Psychology Smith, A. & Turner, J. (2018) llamado «La expectativa social de felicidad y su impacto en el bienestar emocional», cuyos resultados mostraron que cuanto más fuerte era la presión social para ser feliz, menor era el nivel de bienestar subjetivo y psicológico de los participantes y que la presión social para ser feliz puede contribuir a sentimientos de aislamiento y soledad en las personas que están de duelo.

Esto sugiere que el esfuerzo constante por cumplir con las expectativas externas de felicidad puede tener consecuencias negativas para nuestro bienestar emocional.
Sentirnos obligados a estar felices podría llevar a la insatisfacción, la falta de sentido y la dificultad para conectar con nuestras emociones genuinas.

El desafío del Duelo Durante las Festividades

Investigaciones de Stroebe y Schut (2001) en su libro «Duelo complejo: Fundamentos científicos para profesionales de la salud» señalan que el duelo es un proceso individual y que la presión para estar feliz puede interferir con la capacidad de una persona para atravesar este proceso de manera saludable.
Según este reconocido libro, la presión social por sentir felicidad puede dificultar el proceso de duelo de varias maneras.

Una de las maneras es que puede llevar a las personas a reprimir sus emociones negativas, como la tristeza, la rabia o la culpa. Esto puede dificultar el proceso de duelo, ya que estas emociones son una parte natural de la pérdida.

Otra manera en que la presión social por sentir felicidad puede dificultar el proceso de duelo es que puede hacer que las personas se sientan culpables por no estar felices después de una pérdida. Esto puede aumentar el estrés y la ansiedad asociados al duelo.

La Importancia de la Expresión Emocional

Expresar las emociones durante el duelo es fundamental para el proceso de recuperación. En su obra «Asesoramiento y terapia para el duelo: Manual para el profesional de la salud mental,» Worden (2009) destaca la importancia de permitir que las personas en duelo experimenten y expresen sus emociones de manera auténtica. La supresión de sentimientos y emociones puede dar lugar a complicaciones emocionales a largo plazo.
Las emociones negativas son necesarias para procesar la pérdida y adaptarse a una nueva realidad.

Cuando las personas en duelo reprimen sus emociones, pueden experimentar complicaciones emocionales a largo plazo. Estas complicaciones pueden incluir:

– Problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático, por mencionar algunos.
– Problemas de comportamiento, como abuso de sustancias, aislamiento social y problemas en las relaciones interpersonales, etc.
– Problemas físicos, como problemas gastrointestinales, problemas del sueño y dolores de cabeza, entre otros.

Superando la Presión Social

Para superar la presión social, es esencial fomentar una cultura de comprensión y empatía. Se sugiere que brindar apoyo y comprensión a aquellos que están en duelo durante las festividades puede ayudarles a sentirse aceptados y comprendidos, permitiéndoles expresar sus emociones de manera más auténtica. Te proponemos una serie de estrategias para ofrecer apoyo a las personas en duelo durante la temporada, como por ejemplo:

  1. Validar las emociones de la persona en duelo.
    Es importante reconocer que la persona está experimentando un dolor real y que sus emociones son válidas.
  2. Ofrecer un espacio seguro para que la persona exprese sus emociones.
    Esto puede hacerse creando un ambiente de escucha activa y sin juicio.
  3. Evitar hacer comentarios o preguntas insensibles.
    Por ejemplo, no es apropiado decirle a la persona en duelo que «debería estar feliz» o que «la vida sigue».
  4. Ofrecer ayuda práctica.
    Esto puede incluir ofrecerse a cuidar a los hijos de la persona en duelo, prepararle una comida o simplemente acompañarla.

Estas estrategias pueden ayudar a las personas en duelo a sentirse menos solas y a afrontar su pérdida de una manera más saludable.

En la práctica: Estrategias útiles

No hay un guión para expresar empatía, pero podemos ayudarnos de algunos ejemplos para comunicarnos de manera más asertiva y sobre todo, evitar hacer daño involuntariamente:

  1. En lugar de: Entrar en la conversación con una idea de lo que quieres decir.
    Considera: Mantener la dirección de la conversación a discreción de la persona en duelo.
  2. En lugar de: Utilizar muchas expresiones del tipo «yo», como «lo siento mucho», «me sorprendió enterarme de su muerte», «no podía creerlo».
    Considera: Emplear afirmaciones y preguntas del tipo «tú», como «¿Quieres hablar de cómo te sientes?» o «Eras tan importante para ella».
  3. En lugar de: Hacer suposiciones sobre la pérdida y su impacto diciendo «debes estar sintiéndote tan…» o «normalmente, la gente se siente…».
    Considera: Hacer preguntas específicas sobre cómo se siente la persona y qué ha significado esta pérdida para ella.
  4. En lugar de: Guiar a la persona hacia tus propias expectativas sobre sus emociones y opciones de conmemoración.
    Considera: Validar todas las respuestas emocionales, así como las elecciones de la persona en cuanto a la conmemoración, para reforzar que no existe una elección «normal» o «esperada» de lo que debe sentir o hacer.
  5. En lugar de: Dar consejos no solicitados o intentar guiar a alguien en su duelo
    Considera: Ir al encuentro de la persona en el punto en el que se encuentra en su propio y único camino de duelo.
  6. En lugar de: Identificarse con la situación del doliente compartiendo una de sus propias historias de pérdida.
    Considera: Mantener la pérdida de la persona en el centro de la conversación, reconociendo que tiene derecho a ser dueño de su propia historia de pérdida.
  7. En lugar de: Decir «No puedo imaginar por lo que estás pasando».
    Considera: Expresar que quieres entender por lo que está pasando y hacer preguntas abiertas sobre cómo lo está afrontando.
  8. En lugar de: Utilizar frases del tipo «por lo menos» como «por lo menos no sufrieron» o «bueno, vivió una larga vida».
    Considera: Expresar que entiendes que, independientemente de las circunstancias de la muerte, la persona está experimentando una profunda pérdida sin importar las circunstancias.

Como hemos revisado, la presión social por estar feliz durante la temporada o cualquier otro momento, puede representar un gran desafío, sobre todo para aquellos que han sufrido pérdidas.
Reconocer y respetar las emociones distintas a las nuestras, sobre todo en momentos donde «se espera» algo, ya sea emociones, expresiones, celebraciones.
Fomentar la comprensión y sobre todo la empatía a nuestro alrededor, puede promover un entorno más solidario para quienes atraviesan procesos difíciles durante estas temporadas.
Valoremos la autenticidad, diversidad y la búsqueda de un sentido personal más allá de las expectativas externas.

Referencias

Neimeyer, R.A. (2002). Aprender de la pérdida. Una guía para afrontar el duelo. Barcelona: ediciones Paidós Ibérica, S.A.

Parkes, C.M. Bereavement. En: Doyle, D., Hanks, G.W.C., Macdonald, N., Eds. Oxford
(1993). Textbook of Palliative Medicine, Oxford: Oxford University Press.

Smith, A. & Turner, J. (2018). «The Social Expectation of Happiness and Its Impact on Emotional Well-Being.» Journal of Social and Clinical Psychology.

Stroebe, M., & Schut, H. (2001). «Complicated Grief: Scientific Foundations for Health Care Professionals.» Routledge.

Worden, J. W. (2009). «Grief Counseling and Grief Therapy: A Handbook for the Mental Health Practitioner.» Springer Publishing Company.

Worden, J.W. (1997). El tratamiento del duelo: asesoramiento psicológico y terapia. Barcelona. Paidós

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